Los humanos tendemos a ser recurrentes

Luis Martínez

Presidente de la Asociación de la Prensa Deportiva de Soria

Los humanos tendemos a ser recurrentes y a usar los tópicos como dogma de fe en muchas ocasiones, sobre todo si el diálogo degenera en discusión. Que en Soria hace frío –lógico, su clima es continental, como en buena parte de Europa- y que se encuentra entre las provincias más despobladas de Europa –menos de 10 habitantes por kilómetro cuadrado- son temas ya muy manidos y no por repetirlos van a tener solución o van a causar más compasión en quien los escucha. Pero Soria es grande por muchas otras cosas, entre las que destacan su patrimonio natural, su gastronomía y creo, por encima del resto, el deporte, tanto en la faceta del que lo practica como del que lo disfruta observándolo. La Travesía a Nado de la Laguna Negra de Urbión es una de las pruebas deportivas más antiguas de España con más de 50 ediciones celebradas, impulsada en la década de los cincuenta por sorianos con iniciativa que ya creían en el deporte, practicándolo y fomentándolo. Los números y estadísticas de los usuarios que utilizan la diferentes instalaciones deportivas hablan por sí mismos y ofrecen unos porcentajes amplísimos en comparación con el ratio poblacional, pero sobre todo hay un dato reciente demoledor. El pasado 6 de junio, la ciudad de Soria albergó dos eventos deportivos de primer nivel y, por desgracia, debido a las exigencias de los que cuentan con los derechos de televisión, de forma simultánea. El campo de Los Pajaritos se convirtió en el epicentro del fútbol español con la disputa del partido entre Numancia y Zaragoza, en busca de una plaza por el ascenso a Primera división. Apenas cien metros más al sur, el polideportivo del mismo nombre albergaba un partido de la Liga Mundial de voleibol entre los combinados nacionales de Finlandia y España. La grandeza, no obstante, no radica tanto en la disputa de ambos encuentros de alta élite deportiva, sino la respuesta ofrecida por la población soriana a dos eventos celebrados en la misma franja horaria. Más de 8.000 personas acudieron en masa al encuentro de fútbol, y otras 1.000 lo hicieron al evento de voleibol. Las cifras pueden parecer en un principio frías, pero teniendo en cuenta que la población de la capital soriana no alcanza los 40.000 habitantes y que la provincia en toda su extensión no llega a los 89.000, estos números se convierten en una auténtica barbaridad y hablan, sin lugar a dudas, de excelencia en todos los sentidos. Por eso Soria merece ser Ciudad Europea del Deporte.