La cuarta pata

Luis Hernández

Redactor del Heraldo-Diario de Soria, El Mundo

El deporte soriano ha vivido en los tres últimos decenios su particular edad de oro. Durante este tiempo, sus mejores momentos se han asentado en tres disciplinas representativas, su mejor exponente deportivo para identificar a Soria con el alto nivel, la elite: atletismo, fútbol y voleibol. Tres pilares o tres patas de un banco de resonados resultados. Campeonatos nacionales e internacionales jalonan el historial deportivo de una provincia de la que han surgido dos de los mejores atletas españoles de todos los tiempos, Abel Antón y Fermín Cacho. Estandartes del deporte con un palmarés difícil de igualar o de superar. El relevo lo ha tomado actualmente, Marta Pérez, que ya acumula títulos nacionales y se asoma al panorama internacional con una cadencia sosegada pero firme, y los innumerables atletas que surgen de la cantera o que se enrolan en las filas del centro de entrenamiento creado, el CAEP, para impulsar la inagotable vocación soriana por el atletismo.

El voleibol, al tiempo, con las diferentes denominaciones de sus equipos a lo largo de este período, paseó y pasea aún el nombre de Soria por los campeonatos locales y anteriormente continentales en donde encontró el eco con un subcampeonato europeo para catapultar esta disciplina en ese momento preciso y asentar el sentimiento de deporte enraizado en la sociedad soriana. Su apego no se ha diluido con el paso del tiempo.

El fútbol se ha ganado por méritos propios una mención especial. El Numancia es otro de los referentes sorianos que trasciende lo deportivo. Desde siempre, el club rojillo ha ocupado un lugar preferencial en el entramado social de la provincia, pero en las dos últimas décadas su proyección ha traspasado las fronteras sorianas para adquirir protagonismo con sus gestas. Su condición de equipo humilde frente a los poderosos y su carácter de indomable en sus enfrentamientos con ellos le han permitido protagonizar unas hazañas en las que se han mirado posteriormente muchos conjuntos de una condición similar por su inferioridad. La Copa del Rey de la campaña 1995-96, el ascenso a Segunda división de la 1996-97, el ascenso a Primera de la 1998-99, la posterior permanencia en la máxima categoría en la 1999-2000 y los siguientes ascensos en la 2003-04 y la 2007-08, redondeado con el campeonato liguero de Segunda, conforman el relato del club soriano entre los equipos más importantes del fútbol profesional español.

Tres pilares o patas de banco a las que se une una cuarta en forma de proyección deportiva de la ciudad con la organización de múltiples y diversos espectáculos, campeonatos y actividades. Motivo por el qué Soria quiere presentarse al mundo como capital europea del deporte. Distinción adquirida por su capacidad para esa organización, por sus escenarios para su realización, por su seguimiento a nivel de practicantes y espectadores y por la repercusión que produce en su economía. Esta cuarta pata debe conectar a Soria también con los grandes eventos, pese a su desventaja frente a otros destinos por falta de infraestructuras, pero no por ello la debe dejar al margen. La capitalidad europea del deporte puede convertirse en el mejor impulso para su progresión y no únicamente una parada temporal.